El impacto de su publicación.
Las redes sociales han vuelto a situar a Anabel Pantoja en el ojo del huracán. En los últimos días, la creadora de contenido ha compartido diversas publicaciones sobre su rutina, incluyendo su paso por el hospital. Sin embargo, una imagen en particular ha generado un aluvión de comentarios: un biberón junto a dos vasos de cerveza.

La instantánea ha provocado una ola de críticas, especialmente por el delicado momento personal que atraviesa. Tanto ella como David Rodríguez están inmersos en un proceso judicial tras la hospitalización de la pequeña Alma. A pesar de ello, la sobrina de Isabel Pantoja ha optado por seguir mostrando normalidad en sus redes, una decisión que podría estar relacionada con su estrategia profesional.
“No conviene”, ha señalado Ana Rosa Quintana cuando en su programa matinal abordaron el tema. En su análisis, los colaboradores se preguntaron cómo afectará esta exposición a la influencer y qué pasos debe seguir para “no perder dinero”. Para ello, recurrieron a la opinión de un experto en redes sociales que analizó su situación actual.
La estrategia detrás de sus publicaciones.
“No está publicando por amor al arte. De hecho, en los últimos días ha conseguido un 57% más de seguidores”, explicó Juan Merodio, especialista en marketing digital. Según el experto, la clave está en el funcionamiento del algoritmo: si Anabel deja de subir contenido, su alcance cae y, con ello, sus ingresos por colaboraciones. Las marcas buscan visibilidad y, sin una presencia constante en redes, las oportunidades económicas disminuyen.

Pero la situación podría ser más complicada de lo que parece. Aunque su crecimiento en seguidores es notable, su contenido publicitario ha disminuido drásticamente. “Una persona con un millón de seguidores suele recibir 30.000 euros por colaboración. Anabel podría estar perdiendo más de 60.000 euros”, detalló el especialista, dejando entrever que la influencer está navegando una etapa delicada en su carrera digital.
Las marcas toman distancia.
Ana Rosa Quintana defendió la postura de la influencer al afirmar que “vive de eso”, pero no todos los colaboradores estuvieron de acuerdo. Máximo Huerta, por ejemplo, cuestionó la gestión de su imagen: “Yo lo entiendo, pero también tiene que ser más lista eligiendo las fotos”. Más tarde, el programa Vamos a ver ahondó en el impacto que esta situación ha tenido en su relación con las marcas.

“Ha habido un descenso en las últimas semanas de su contenido publicitario, lógicamente porque al anunciante no le gusta que haya ruido en torno a su marca. Quiere sitios sanos y tranquilos”, explicó otro experto consultado por el programa. Esto supone un golpe a su modelo de negocio, en el que la confianza de las empresas es esencial para monetizar su influencia en redes.
El crecimiento en seguidores no lo es todo.
Pese a este panorama, las cifras muestran un fenómeno curioso. “Hay un repunte muy especial, para que veamos cómo es el consumidor español, que justo a finales de enero sube en 69.000 seguidores, que es la subida más grande que ha tenido en los últimos seis meses”, reveló el especialista. Aun así, recomendó gestionar la situación con cautela: “Hay que alejarse de los focos y no volver con prisas”. Un equilibrio complicado para una influencer cuya presencia digital es su principal fuente de ingresos.