Anabel Pantoja, en el ojo del huracán.
Anabel Pantoja no está viviendo su mejor momento. La sobrina de Isabel Pantoja, conocida por su faceta de influencer y colaboradora televisiva, atraviesa una etapa complicada que va más allá de la exposición mediática a la que está acostumbrada. Lo que parecía ser un regreso tranquilo a la rutina tras su maternidad se ha convertido en una pesadilla legal que no deja de crecer.
Según reveló el programa de Sonsoles Ónega, Anabel está «tremendamente preocupada», en palabras de la periodista Paloma García Pelayo. ¿El motivo? Un proceso judicial que avanza a pasos agigantados y que señala directamente a David Rodríguez, su pareja. Lo que en un principio parecía un trámite menor ha tomado una dimensión mucho más seria, y el escenario que se perfila no es nada alentador.
La investigación sigue su curso.
Las autoridades han tomado cartas en el asunto y el caso está ahora en manos del juzgado correspondiente. Fuentes cercanas al proceso han indicado que el juez está considerando la intervención del Cuerpo Nacional de Policía para seguir con las diligencias. Entre las medidas previstas está la citación de los equipos médicos que atendieron a la bebé, lo que podría ser clave para el desarrollo de la investigación.
Este movimiento deja claro que la causa sigue abierta y que las posibilidades de archivo son cada vez menores. Los expertos legales coinciden en que el desenlace solo puede ser uno de dos: que la justicia decida llevar el caso a juicio o que finalmente se desestimen las acusaciones. Mientras tanto, la incertidumbre pesa sobre Anabel, que intenta mantener la compostura ante el público, aunque en privado la situación es muy distinta.
Movimientos estratégicos de Anabel.
El nerviosismo ha llevado a Anabel a tomar medidas. Consciente de lo que está en juego, ha optado por buscar asesoramiento legal especializado. Según informaron en el magacín de Sonsoles Ónega, la influencer ya ha contactado con un prestigioso bufete de abogados en Madrid, conocido por su experiencia en casos de responsabilidad parental y presuntos episodios de maltrato infantil.
Esta decisión no es casualidad. La elección de un despacho de alto nivel sugiere que tanto Anabel como David saben que lo que viene no será sencillo. No se trata de una consulta rutinaria, sino de una estrategia calculada para enfrentar un proceso que podría derivar en graves consecuencias legales. La pareja está dispuesta a dar la batalla en los tribunales si fuera necesario.
Un desenlace incierto.
Por ahora, el caso sigue en desarrollo y la tensión no hace más que aumentar. Cada nuevo detalle que se filtra deja entrever que la situación es más compleja de lo que se pensaba en un principio. Anabel Pantoja está en una encrucijada y el desenlace de esta historia sigue siendo una incógnita.
Lo único claro es que la influencer está atravesando uno de los momentos más complicados de su vida. Mientras los medios siguen de cerca cada uno de sus pasos, la gran pregunta es si podrá salir airosa de este torbellino judicial o si, por el contrario, se verá envuelta en un proceso mediático y legal que podría marcar un antes y un después en su trayectoria. El tiempo dictará sentencia.