Un legado eterno en la pista.
Las tragedias, especialmente aquellas que involucran a figuras queridas, dejan huellas imborrables en la memoria colectiva. La muerte es una parte inevitable del ciclo de la vida, pero cuando toca a alguien que ha inspirado a tantas personas, el duelo se vuelve universal. Este es el caso de Alfredo Fiorito, conocido mundialmente como Dj Alfredo, una leyenda que marcó la historia de la música electrónica.

“Querido Alfredo, gracias por las noches y los beats que compartimos juntos. Tu música y visión han definido el sonido del Balearic Beat y el alma de Amnesia. Tu legado vivirá siempre en nuestra pista. No te olvidaremos. Descansa en paz”. Con estas palabras, la icónica discoteca Amnesia anunció el fallecimiento del DJ argentino a los 71 años, dejando un vacío irreparable en Ibiza, el lugar donde forjó su leyenda.
Fiorito llegó a la isla en 1976, huyendo de la dictadura militar argentina junto a su pareja. Tras pasar por Montevideo y Barcelona, la libertad de Ibiza los convenció de quedarse. Allí comenzó su nueva vida como artesano, fabricando velas aromáticas y gestionando una tienda de ropa, sin saber que estaba a punto de cambiar la historia de la música en la isla.
De las velas al beat.
El destino de Alfredo dio un giro cuando el dueño del bar Be Bop en el puerto de Ibiza le ofreció mezclar música y servir copas. Lo que empezó como una casualidad se transformó en una pasión, convirtiendo el Be Bop en el epicentro del invierno ibicenco. Al año siguiente, Alfredo llegó a Amnesia, donde se encontró con la música electrónica por primera vez gracias a unos discos traídos desde Estados Unidos. “Descubrí el house y en verano lo llevé a Ibiza”, recordó en una entrevista.

Su residencia en Amnesia durante seis años lo consolidó como una figura clave en la escena musical underground. Jóvenes de todo el mundo, especialmente del Reino Unido, acudían para vivir su revolucionaria mezcla de sonidos, que más tarde sería conocido como Balearic Beat. En 1988, DJ Mag lo reconoció como el mejor DJ del año, y en 1990, Alfredo pasó a ser residente de Pachá, marcando un hito en su carrera.
El ícono que nunca se apagó.
El éxito no lo apartó de sus raíces ni de su humildad. Alfredo se convirtió en una figura esencial de la música electrónica, llevando su talento a clubes como Privilege y Space. Sin embargo, la vida no fue siempre fácil. En 2020, el covid lo golpeó duramente, sufriendo un ictus que lo dejó sin ingresos ni prestaciones. La comunidad no tardó en responder: una campaña en 2021 recaudó más de 25.000 euros, demostrando el cariño que despertaba en sus seguidores.
A pesar de los esfuerzos, su salud quedó muy deteriorada. En 2024, su hijo Jaime y el colectivo The Secret DJ lanzaron otra campaña, ‘Alfredo needs you’, que recaudó más de 20.000 euros en pocos días. Este gesto reafirmó que Alfredo no solo era un ícono musical, sino también una figura profundamente amada por colegas y fans de todo el mundo.
Una despedida inolvidable.
La partida de Alfredo Fiorito deja un vacío difícil de llenar, pero también un legado imborrable. Sus contribuciones a la música electrónica trascienden generaciones, convirtiéndolo en una leyenda de Ibiza y del mundo. Su historia es un recordatorio de que las grandes figuras no solo se definen por su talento, sino también por el impacto que dejan en las vidas de quienes los rodean. “Querido Alfredo, tu música vive en nuestros corazones”.