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España de luto: Fallece Maria Branyas, la mujer más vieja del mundo, a una sorprendente edad

Una despedida a la memoria más longeva.

María Branyas, reconocida como la mujer más longeva del mundo, ha fallecido en la ciudad de Olot, situada en la provincia de Girona, a la impresionante edad de 117 años. Esta extraordinaria mujer, nacida el 4 de marzo de 1907, era hija de Josep Branyas, un navarro que dejó una huella profunda en la vida de su hija, aunque su tiempo juntos fue breve.

En la actualidad, María residía en la tranquila y acogedora residencia Santa Maria del Tura en Olot, donde había vivido sus últimos años en compañía de recuerdos y serenidad. Durante este tiempo, se había distanciado de la atención mediática, delegando en su familia la tarea de compartir sus pensamientos y reflexiones con el mundo, utilizando para ello un perfil en la red social X.

La última comunicación de María Branyas, compartida a través de X, fue un mensaje cargado de emotividad y poesía, un último susurro a quienes la conocieron y amaron: «Y cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando de amor» (Tagore). En este mensaje, María expresaba su conciencia sobre la proximidad de su final, dejando claro que se sentía débil y que su partida era inminente. A pesar de la tristeza inherente a la despedida, pedía con dulzura que no llorasen por ella, pues las lágrimas no eran de su agrado, y que no sufrieran, ya que estaba segura de que, sin importar a dónde la llevase el destino, sería feliz, llevando consigo a aquellos que amaba.

Un ciclo de vida completo en 117 años.

En el mes de marzo de este mismo año, al alcanzar el hito de los 117 años, Rosa, la hija de María, compartió que su madre había experimentado un notable deterioro en su salud, aunque sin padecer dolores ni enfermedades específicas. «No le duele nada ni padece ninguna enfermedad, pero la edad ha hecho que en los últimos años haya perdido visión, oído y últimamente también memoria», explicó Rosa. Estos cambios en su condición física y mental eran el reflejo inevitable de una vida extraordinariamente larga, en la que María había visto y vivido más de un siglo de historia, transformaciones sociales y avances tecnológicos que pocos han podido experimentar en primera persona.

María, en su cumpleaños número 117 en 2023, aprovechó la ocasión para evocar con especial cariño la figura de su padre, José Branyas. A pesar de que él falleció cuando ella tenía apenas 8 años, dejó una marca indeleble en su vida. María reveló que cuando, a los 20 años, descubrió la historia de su padre y comprendió la magnitud de su legado, lo convirtió en su «ídolo». Esta profunda admiración por su padre la acompañó a lo largo de su extensa vida, siendo un faro de inspiración en momentos tanto de alegría como de dificultad.

El legado de José Branyas.

José Branyas, el padre de María, fue un destacado periodista e ilustrador, cuyas habilidades y talento fueron ampliamente reconocidos en su época. Era comúnmente descrito como un «artista sutilísimo y admirable encauzador de ideas», una frase que captura la esencia de su labor creativa y su capacidad para dar forma a conceptos complejos a través del arte y la escritura. La prematura muerte de José, a causa de la tuberculosis, truncó una carrera que prometía mucho más, pero su legado permaneció vivo no solo en sus obras, sino también en la memoria de su hija María, quien, a pesar de la brevedad de su tiempo juntos, lo mantuvo siempre presente en su corazón y pensamiento.

La vida de María Branyas estuvo marcada por la influencia de su padre, aunque gran parte de su relación fue construida a partir de recuerdos y relatos que ella misma se encargó de redescubrir y honrar. Su longevidad, que la llevó a ser la mujer más anciana del mundo, fue también una prolongación del impacto que su padre tuvo en ella. Con su partida, se cierra un capítulo fascinante de la historia, no solo de su familia, sino de un siglo de vivencias que María encarnó con dignidad y sabiduría.